El problema de las tomas se agudiza.
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El conflicto por las tomas ilegales de terrenos se está intensificando. Los dueños están ganando en la justicia, que ha ordenado desalojos en varios campamentos importantes como el de San Antonio y Alto Hospicio. Esto pone una enorme presión sobre el gobierno para reubicar a miles de familias.
La situación es tensa. En La Florida, funcionarios municipales han recibido amenazas de muerte por un desalojo programado. Todo esto se gatilla después de que la demolición de una toma en Quilpué creara un precedente que otros dueños ahora quieren usar a su favor.